Ya saber que al empezar al revés
Todo se verá distinto
Ya saber que con un haz de luz
Mis renglones se llenarán
Te viste sosteniendo una energía
Que volaba en tu otro espacio
De calas tristes, de epitafios
Sin un lugar donde escucharte
De las no-voces que callan
No se aprende
De las tintas secas dentro del ataúd
Se muere el sordo sin lenguaje en la soledad eterna
Las manecillas son inertes
Aunque arruguen las entrañas
Y los quejidos son en vano, nena
Entre el ruido de los autos
En todo ojo se hace varice la noche
Se desprende de tu risa
Una mecha que enerva
Me cuelgo de tus manos, un rato etéreo
Finito, y te veo de otro color.