(Este es un texto que escribí junto a mi amiga Lúnula, les dejo el link de su blog para que pasen a leerla, porque realmente es una G-R-O-S-A, así, con mayúscula y separando cada letra, es por eso que les recomiendo que visiten su espacio: http://mispuentes.blogspot.com/ , Te quiero Lunulín)
Carruseles de retazo verde,
rompecabezas de armarios y peloteros,
luminosidad ínfima,
desiré,
puritanas del burdel...
Caminantes de tacones,
medias rotas y sangre en los pies...
callejones grisáceos,
y miradas guerreras,
lanzas de una noche que comienza.
Se adueñan de tristezas,
regalan ilusiones,
sueños sobre las mesas.
Limerencia a toda hora
bajo techos tristes
goteras del amor relámpago.
El almíbar que chorrea
la ventana entreabierta
en la mañana,
el café
era su único punto G.
Seca,
ahogada en surcos de llanto
ignorando mientras tanto
el sudor que la perpleja,
canalizando su esquizofrenia
en el fuego que crepita
deja,
que el elixir que la aqueja
se deslice en el rubor de su silueta...
Sin siquiera sentirlo
se abrió como una flor
la herida que causó
el helado hierro
empuñado por aquellas manos recelosas.
Cayó, blanda y asfixiada,
sobre su lecho trémulo.
La muerte la envolvió, de a poco, bella.
Eterna.